Dame una única razón para encontrarme, para querer seguir un rumbo sin dar pequeños saltitos entre tus negras pupilas.
Dime una razón para que no llene mi hígado de grados y mis pulmones de suculenta nicotina.
Dame opciones.
Contéstame el porque de muchas cosas, recoge, por favor, los pedazos de vida que me voy dejando por el camino, cabalga conmigo en noches de oscura perversión y sueña que ellas serán las que te darán lo que ansias.
Juguemos juntos con las lunas y las estrellas escondidas de un planeta imaginario, déjame que respire hondo.
Déjame que me rinda hoy, para poder coger fuerzas y levantarme mañana.
Dime porque existe la palabra abandono y soledad y cuéntame porque somos tan bohemios como para llevarlos a raja tabla.
Susurrale al mar emulando cantos de sirena... dime, dime, dime... Gritame que se perdió en el jodido camino, que hizo que perdiésemos el sentido.
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