Películas de detectives que consiguen atrapar al villano justo cuando, donde y como esperabas, o películas tan románticas que no se si sera por el exceso del alcohol o por el propio romanticismo que me dan ganas de vomitar.
El caso es que he intentado mil cosas, hablar por teléfono no es una opción pues siempre acaba durmiéndose mi compañero de conversación, tampoco sirve leer ya que los rayos del sol son mas puntuales que mis pesadillas.
Follar cansa sin duda, pero me quedo mirando al techo mientras que escucho los ronquidos del animal con el que comparti algo de deporte.
Solo me queda zafarme de esas sábanas que huelen a una mezcla de sexo y sudor, robarle algún cigarro a mi acompañante dormido y fumar en la ventana viendo como las estrellas brillan y la luna sigue oculta.
Que no te encuentro, que el cigarro se acaba, que la vida termina y yo sigo demasiado despierta como para darme cuenta de lo que realmente pasa.
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